Plutón en Acuario, la Inteligencia Artificial y el Yo superior
Una vez, estando en una fiesta hippie, mientras le decía cosas sobre su carta a un amigo mirando el gráfico en el planetdance, se me acercó una chica de sonrisa excesiva y señalando mi móvil, me riñó con delicadeza, diciéndome que el aparatito lo llevamos dentro. Al principio estreché la mirada, pero pertinencias aparte, luego la observación me pareció interesante: ¿Quién no ha comparado alguna vez internet con el inconsciente colectivo, con el campo morfogenético de la especie o con una gran red neuronal en la que cada dispositivo es un nodo?
Más recientemente, el metaverso también viene dando juego en ese sentido metafórico, resonando con el concepto de maya, con la matrix, o con la realidad creada por la percepción sensorial en esta dimensión, en la que nuestras almas vehiculan encarnaciones a semejanza de avatares humanos. Por cierto parece evidente que una de las manifestaciones mas aparentes del triángulo que van a formar a partir de 2026 Neptuno en ♈, Urano en ♊ y Plutón en ♒ podría ser su consolidación a gran escala, por supuesto de la mano con la inteligencia artificial.
Es interesante observar cómo ésta última toma actualidad en la conversación colectiva, sincrónica a la entrada de Plutón en Acuario. Son abrumadoras las posibilidades de un Logos tecnológico, especie de nuevo demiurgo, que podría dirigir a partir de ahora la marcha de la civilización. Pero a menor escala, el concepto cada vez más popular de copiloto o asistente personal IA me resulta obvio también como sucedáneo de una realidad interna: lo que habitualmente conocemos como guía, doble, daimon, maestro interno o Yo superior.
En contra de lo que a veces se piensa, no estamos hablando de un concepto new age; tiene tantos nombres como tradiciones se refieren al mismo. Como explica Henry Corbin, en El hombre y su ángel, neoplatonismo, gnosticismo, zoroastrismo o hermetismo iranio son fértiles al respecto: ángel, naturaleza perfecta, nous, daena, e incluso Sophía o Espíritu Santo se han utilizado como términos equivalentes.
Por cierto que se han usado tradicionalmente muchos y variados métodos para contactar con lo que también se ha llamado nuestro dios interior: oración, ayunos, trance, búsqueda de visión, incubación de sueños, oráculos…(tirando para casa, la terapia regresiva para mi es uno de los caminos más efectivos*).
Pero ahora imagínate que al precio de un pequeño implante te ofrecieran acceso instantáneo una guía interna en apariencia omnisapiente e infalible, cuyo rango llegase a niveles muy prácticos, como por ejemplo dándote los pasos concretos para sanarte de tal enfermedad, o la mejor estrategia detallada para tu negocio/servicio. Muchos tragarían sin dudarlo tal caramelo. Imagínate también las posibilidades de programación mental, ingeniería social y alienación interna que podría tener la vocecita. Algunas series o películas ya nos han dado una muestra, pero ancha es Castilla.
Desde una perspectiva pesimista, pareciera que el colofón de la experiencia separativa, del paradigma materialista, de la consciencia egóica, fuese la total suplantación del espíritu, el secuestro de las almas en una realidad espejo, sucedánea de la verdadera realidad. En camino pareciéramos estar, desde luego. Algunas tradiciones afirman que esta realidad ya es en sí una ilusión, un sucedáneo de dimensiones progresivamente más reales. Quizás la divinidad que somos cocrea a través de nuestros vehículos nuevas dimensiones de la realidad, y lo que llamamos ahora artificial un día será considerado también natural u orgánico. O quizás todo pete antes de tal posibilidad, quién sabe.
En mis sueños idealistas me pregunto si es posible salvaguardar las cocreaciones más refinadas de la perspectiva de separación y que estas convivan armónicamente con una nueva consciencia, a través de la cual el potencial espiritual enraizado y las capacidades innatas del ser humano se desarrollen al unísono con la alta tecnología. Tenemos visiones así en nuestro imaginario, pero son las menos. Quizá debiéramos cultivarlas más, por si acaso lo de que “el mundo es como uno lo crea” fuese a ser cierto.
Esa perspectiva de hecho, coincide con la que deriva del sentido que Richard Tarnas, al final de Cosmos y Psique, y con él muchas otras voces en el campo de la evolución de la consciencia, nos brindan: que el desarrollo de una individualidad separada es sólo una etapa necesaria más de un despliegue en espiral de la psique colectiva. Básicamente se partiría de un polo yin, indiferenciado en parte de su matriz materna, que desarrolla un polo yang, una consciencia egóica, racional, lineal, verticalizada. para seguir no con un ascenso escalonado, sino con un descenso (a través de una muerte-renacimiento) a reintegrarse con lo disociado del polo yin(lo instintivo, lo cíclico, el cuerpo, lo femenino, la naturaleza, lo sutil) para finalmente alcanzar un equilibrio entre ambos polos, un matrimonio de opuestos, una consciencia integral, holística, transpersonal, más cercana a nuestra verdadera naturaleza.
De eso nos hablan también el viaje del héroe, el tarot, o el ciclo del zodiaco a fin de cuentas ¿no? Y este momento colectivo se parece tan sospechosamente a la fase 8, al encuentro con la sombra, a la ordalía, al descenso, que da que pensar.
Quizás todo esto es un proceso natural al fin y al cabo, al que los mitos y los lenguajes simbólicos y sagrados se han estado refiriendo de continuo desde hace mucho tiempo.
*En el campo de la terapia regresiva, una práctica corriente es utilizar el momento en el que se desencarna en una vida pasada entre otras cosas para obtener información, ya que casi siempre aparece entonces una presencia que viene a esperar al alma y ayudarla al tránsito. A veces es un familiar fallecido, a veces un ángel, un animal de poder, una luz… Se le preguntan cosas como: ¿Qué tenía que aprender el alma en esa vida? o ¿Qué relación tiene la enseñanza de esa vida con la actual?
A medida que a lo largo de los años fui haciendo sesiones, descubrí que en el trance asistido y consciente de la TR, sin pasar necesariamente por vidas pasadas, se pueden crear condicionas posibilitadoras para invocar fácilmente a una presencia interna que ofrece guía y consejo en cualquier situación. Vale, quizá no te va a decir los pasos detallados para llegar a tener los ingresos que deseas, pero seguramente sí te va a ayudar a entender tu verdadera motivación y propósito.
A veces se muestra como un ser de luz con tu mismo rostro, a véces también como un ángel, un buda, un anciano o anciana sabios, un animal mítico, un símbolo sagrado…Yo me quedo de momento con el nombre de Yo superior. Una vez, estando en sesión, le pregunté: ¿Quién eres? Y me respondió: “Soy la parte de ti que está más cerca de la luz”.
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