LUNA NUEVA EN ACUARIO
Entramos en Febrero, y como viene siendo signo de estos tiempos, hay una sensación de cambio en el aire, como si a esta sociedad le quedaran dos días, como si esta realidad que habitamos fuera resultado de un consenso cada vez más frágil y fuese provisional, transitoria, pasajera, estuviera abocada a transformarse. Por supuesto con total certeza no lo podemos saber, muchas veces se han vaticinado reseteos que se quedaron en humo, y puede que esa sensación sea resultado de la influencia reiterativa en nuestro subconsciente de términos tan populares en este tiempo como "nueva era", "nuevo orden mundial", "cambio climático"… Pero quizá lo que lleva ya tiempo gestándose y lo que señalan las posiciones astrológicas sea algo más que un espejismo, y de verdad estemos transitando por un punto de inflexión. Lo cierto es que bastantes nos hemos acostumbrado en los últimos años a la inestabilidad en muchos sentidos, a las aguas revueltas, al oleaje, y hemos aprendido, en la medida de nuestras capacidades y circunstancias, a surfear la realidad, a fluir con las situaciones tanto externas como internas, encontrando más o menos sentido, intentando seguramente dentro de todo disfrutar del océano del ahora. A pesar de las lógicas reservas, todo parece indicar que en estos tiempos, como humanidad, estamos ya en una ola grande, legendaria, de esas que vamos a recordar más adelante bien porque nos revolcó lo indecible, o bien porque poniendo lo mejor de nuestra parte conseguimos cabalgar el cambio, fundirnos con la ola, y ella respondió concediéndonos una experiencia fundamental en el recorrido de nuestra vida. Que la orilla a la que vamos a llegar sea utópica o distópica quizá dependa de cada un@ de nosotr@s más de lo que habitualmente nos sentimos inclinados a creer, pero seguramente depende aún más de nuestra capacidad para funcionar unid@s.
Este Lunes día 4/2 a las tenemos una Luna nueva a 15° de Acuario que precisamente nos invita a ser agentes de cambio y a poner en juego nuestra energía psíquica en común, en aras de pujar por una transición armónica en inevitable interacción y co-dependencia con los demás y con la sociedad. Nuestras elecciones y nuestros proyectos vitales afectan al entorno en el que estamos inmersos, y cuando en sintonía con nuestras almas escogemos unir nuestra energía a la de otros se genera una sinergia que hace posible lo insólito.
El símbolo sabiano para esta Luna reza: “Un importante hombre de negocios sentado ante su mesa de trabajo”, y la nota de Rudhyar es muy descriptiva al respecto de lo que estamos comentando: “La habilidad para organizar los muchos aspectos de un asunto que envuelve a un gran número de seres humanos”. Hace además mucho incapié en el poder de la unidad humana y la interación de grupo para lograr la armonía planetaria, en la necesidad de reevaluar nuestra dirección a las puertas una transformación evolutiva, sabiendo que somos como células de un organismo y que como tal nos podemos organizar.
Esta lunación se da en conjunción a Mercurio y a Lilith, y recibe otros aspectos importantes que veremos con detalle. Sigue habiendo además mucha energía arquetípica en Capricornio (Venus, Saturno, Plutón, Nodo Sur). Ambos signos, Acuario y Capricornio, están regidos clásicamente por Saturno, fuerte en su domicilio: estamos en años con fuerte cualidad saturnina, aunque enorme purga de la misma, con Plutón en Capricornio. Al ser Urano el regente moderno de Acuario, y tener además tener un papel preponderante (cuadratura al eje nodal y ya practicamente en 29°, grado crítico) en estos tiempos, no es raro que afloren socialmente muchas tensiones entre lo establecido y lo novedoso, que irrumpan fuerzas que cuestionen y pretendan cambiar estructuras y sistemas tradicionales, quizás algunos ya esclerotizados, rígidos, caducos e ineficientes. En lo social y político, como está siendo tónica en estos tiempos de tránsito a una nueva sociedad, y en el marco del esta tensión entre lo viejo y lo nuevo, tenemos una cierta turbulencia que afecta visiblemente a pueblos, a colectivos y organizaciones. Es previsible que en los días que rodean a esta luna nueva se definan posiciones y/o se alcancen acuerdos.
Hay además en este cielo varios factores que añaden intensidad, subrayándolo como un tiempo muy propicio para sembrar cambios, encontrar inspiración o propósito y/o comenzar o emprender caminos grupales o que repercutan más allá de la esfera personal. El más general de esos factores, que dura ya desde la anterior lunación y es indicador tradicional de vía libre, es que todos los planetas siguen en su fase directa. la situación permanecerá hasta el 6 de Marzo, cuando Mercurio se ponga retrógrado. Podemos aprovechar su viento favorable para empezar cualquier proyecto o subproyecto.
Otro factor que estimula el indicador tradicional de siembra de propósito de la Luna nueva, es su conjunción con Mercurio. Mercurio-Hermes en Acuario está bastante digno, y es por tanto un Mercurio potente, capaz de conectar con la objetividad, la inspiración y creatividad proveniente de planos transpersonales. El factor mercurial, aparte de estar asociado al aprendizaje, la comunicación o el intercambio de información, a nivel esotérico se corresponde también tradicionalmente con el arquetipo del mago, la figura que usa su intención focalizada y su voluntad para influir en la realidad. Como he dicho en otras ocasiones, todos hacemos magia, con o sin intención. "Somos lo que pensamos" decía Buda: lo que emite nuestra mente consciente o subconscientemente aflora en nuestros pensamientos y emociones, y todo se deriva más tarde en actos, y en la realidad que experimentamos. Además de para alcanzar objetividad y recibir inspiración, podemos utilizar el poder de este Mercurio para sintonizar con una novedad propicia. Un ritual, una meditación, una visualización creativa, escribir afirmaciones, hacernos un panel de visión o mejor aún, todo lo anterior junto, nos puede ayuda a conectarnos con el plano arquetípico e informar y programar a nuestro subconsciente, utilizando el poder de la imaginación creadora para manifestar propósito.
Un tercer factor que a mi entender tiene importancia clave en esta Luna, es Lilith, también presente en el stellium acuariano. La luna negra, como factor arquetípico, pone en juego sombras que de no ser reveladas pueden tener implicaciones conflictivas; tiene sus condiciones y marca un reto que puede tanto impulsar la promesa de este tiempo, como sabotearla si no se cumplen sus demandas. Lilith en Acuario expresa un sentimiento ambivalente, contradictorio y desconcertante respecto a los grupos, respecto a formar o no formar parte de un organismo, respecto a integrarnos a "servir" al grupo o a la humanidad, debido a experiencias traumáticas previas de anulación o rechazo en este ámbito acuariano de asociaciones que han generado mucha desconfianza.
Quizá también a un nivel más amplio podríamos considerar que lo se tambalea de fondo en este momento es nuestra fe en la especie humana como colectivo. Es algo que se puede sentir mucho en estos tiempos tan proclives a la desesperanza y al sentimiento del impotencia ante la falta de signos positivos de avance, ante la increible capacidad humana para autodestruirse a sí misma y a su entorno, ante la aparentemente inagotable necedad del hombre “civilizado”. Es duro reconocerse en nuestros semejantes, y más difícil querer pertenecer o contribuir a este organismo, en vez de en cambio aislarse, desidentificarse o esperar que un meteorito, la subida del nivel del mar o una llamarada solar reseteadora se nos lleve por delante con toda nuestra decadencia. Es difícil aceptar que también somos la humanidad, el ser colectivo, pues eso implica hacer nuestras todas sus sombras. No es trago fácil entrar emocionalmente en ese barco que tiene todos los visos de irse a pique, asumir que quedarnos ahí puede aturdirnos y llevarnos fácilmente al dolor, a la desconexión aparente y al abatimiento. Es una posición que obliga a una revisión atenta de ese eje Leo-Acuario, con el fin de encontrar la motivación profunda que nos convoca a la experiencia conjunta o a la acción humanitaria. Encontrar el sentido del encuentro grupal es la forma de superar unos vaivenes que pueden ser muy desconcertantes tanto para un@ como para los demás.
Hablando un poco más de esto, creo que much@s hemos elegido en estos tiempos salir de nuestras zonas de confort y dar un paso hacia el sistema con el fin de contribuir al cambio colectivo (o eso nos decimos), aunque ello suponga a menudo el esfuerzo de estar en contacto con y formar parte de una vorágine de la que a lo mejor una parte nuestra preferiría aislarse y desconectarse. A lo mejor elegimos vivir en una ciudad, pagar un alquiler, estar conectados a internet, etc. para poder desarrollar nuestra vocación, porque podemos llegar a más gente así, o porque no queremos que nuestros hijos vivan en una burbuja de cristal. Sentimos que este era el camino ahora, pero a veces nos cuesta fluir, no es sencillo mantenernos sensibles y centrad@s habitando Babilonia, y en ocasiones tenemos prejuicios o memorias de rechazo arraigadas difíciles de ver. Entonces dejamos que esa parte nuestra que a lo mejor preferiría estar llevando una vida más simple y desconectada gane fuerza, y entramos en una contradicción interna que puede ser muy desconcertante tanto para nosotros como para nuestro entorno. Lo que sucede es que es muy fácil caer en esta identificación peligrosamente engrandecedora de “estar al servicio”, y olvidarnos de que a lo mejor el servicio nos lo están prestando a nosotros. Si indagamos en esa motivación que nos ha impulsado a dar el paso de integrarnos en el sistema o a permanecer en él, veremos que hay algo más profundo, que tiene que ver con abrazar partes nuestras que son imposibles de ver en aislamiento. Tiene que ver con avanzar en esa tarea igual pendiente de reconocernos como parte de un organismo humano global y no sólo tribal, movimiento que implica ensanchar el corazón y en suma, amar más y mejor, aprendiendo a encontrar nuestro silencio en medio de cualquier combinación de ruidos. Aumentar conexión con el Ser, acercarnos más y mejor a nosotr@s mism@s y al mismo tiempo a los demás, dotarnos de intuición, visión y empatía casi telepática es el don que nos puede regalar esta Lilith si nos reconciliamos internamente.
El cuarto factor y último que añade potencial arquetípico a las posibilidades de este momento es un gran trígono menor (también llamado triángulo de talento pequeño) que la Luna nueva forma con Marte y Júpiter. Esta figura se considera indicadora de oportunidades para hacer conscientes habilidades y talentos creativos (trígono) y darles salida no mediante gran e intensa actividad sino de una forma tranquila y paulatina (sextiles). Esa es la base, pero tenemos una energía potentísima aquí cuya salida, de no ser canalizada con conciencia puede ser explosiva. Por un lado está Marte en conjunción con Urano en Aries y cuadrado por Plutón y por otro tenemos el fuego añadido de Júpiter en Sagitario cuadrado a su vez por Neptuno. Vamos a desglosarlo todo:
El trígono de Marte a Jupiter impulsa a tomar acción desde una confianza y unos ideales, desde una sensación de estar en la verdad, pero la cuadratura de Neptuno a Jupiter puede distorsionar esa verdad por falta de sentido práctico, idealismo, exageración, sobreestimación de nuestras capacidades, dificultad para concretar… las ideas pueden carecer de sustancia real y ser difíciles de llevar a puerto. La solución aquí es canalizar este potencial con un control disciplinado, con sentido práctico. Para transformar la frustración en éxito necesitamos ser más realistas, poner conciencia y disciplina, focalizar y hacer las cosas de una en una, haciendo más pausado el proceso. Poner Saturno, en definitiva, y valernos del sextil que durante bastante tiempo estará haciendo a Neptuno.
Respecto a Marte, tanto la conjunción con Urano como la cuadratura a Plutón, añaden mucha intensidad al deseo y a la acción. La primera incita a la independencia, a la impulsividad; es una energía inestable y subversiva, y puede incluso aflorar de forma violenta por falta de sensibilidad hacia los demás. La segunda puede llevar también a actos impulsivos motivados por pulsiones subconscientes de intensidad arrolladora o por una voluntad de poder obsesiva, ignorando consecuencias o sensibilidades ajenas, y puede expresarse con agresividad y actitudes dictatoriales o dominantes.
Ambas energías necesitan ser canalizadas de forma apropiada y, para expresarlas no de forma destructiva sino creativa, ayudará mucho el definir y clarificar nuestros los objetivos y opciones con calma previamente. Por descontado tener más en consideración a los demás, sus derechos y sentimientos, compartir y cooperar en vez de querer controlar y luchar por el poder. Ir a favor de lo que queremos, en vez de en contra de lo que no, ayudará a que la energía revolucionaria se manifieste de forma positiva. La mejor manera para canalizar todo este poder transpersonal es emprender e iniciar proyectos que aspiren al bien común. Aprovechémoslo.
Para añadir las ultimas pinceladas al cuadro general, podemos ver que Quirón, Venus y Urano forman un triángulo de talento pequeño. A un nivel personal Venus está inspirada por Urano para acercarnos a objetivos concretos, pero Quirón nos puede hacer aflorar inseguridad e inhibiciones en nuestras relaciones. Podemos además cuestionar nuestros afanes respecto al progreso, a la posición y al éxito mundano, y además notarlo en nuestra salud si nos exigimos demasiado. El cuerpo puede decir basta. Con este Quirón cuadrando a Venus en Capricornio también podemos tener un sentimiento de soledad metafísica, pero si profundizamos lo necesario, saldremos del otro lado, afianzando una certeza de unidad y disfrute camino compartido. No olvidemos el colaborar y dejarnos ayudar, informar e inspirar por la labor de otras personas que forman parte de nuestro organismo. Nuestra meta es común.
En resumen de todo lo dicho, esta Luna nos brinda una oportunidad excepcionalmente poderosa y propicia para hacer planes a largo plazo, para obtener inspiración en nuestros proyectos o encontrar soluciones creativas a cualquier cuestión. Es tiempo de iniciar asociaciones, proyectos en común con gente de mismas inquietudes filosóficas o espirituales, ideas o visiones afines, y también para propiciar un acercamiento objetivo a posiciones más alejadas pero igualmente humanas e identitarias en esencia, disolviendo compartimentos estancos y fronteras excluyentes.
Subrayando lo anterior, este momento nos propone una revisión de nuestro papel y nuestra relación con el colectivo, de cómo estamos contribuyendo al bien común, de cómo de integrados estamos en el organismo humanidad. Este momento nos invita a tomar conciencia de qué frecuencia estamos emitiendo al mundo y nos ofrece inspiración para armonizarla. Al mismo tiempo pone a nuestra disposición una inmensa energía creativa, y nos invita a compartirla y ponerla al servicio del conjunto favoreciendo así nuestra evolución y propósito como almas individuales formando parte de un alma colectiva. Aprovechemos la ola del cambio, unamos posiciones, seamos agua, amig@s.
¡Feliz Luna nueva!
Si quieres profundizar en estos temas de manera particular conociendo tu carta natal en una Lectura por Skype (incluyendo los ciclos planetarios activos en tu viaje en este momento), o bien te interesa una sesión de Terapia regresiva para desbloquear contenidos subconscientes, estaré encantado de acompañarte. Puedes rellenar el formulario de la página de inicio o escribirme a astroregresiva@gmail.com