TEMPORADA DE ECLIPSES Julio 2019: ventana a lo que viene.

Nos acercamos a la temporada de Eclipses de este Verano (Invierno en Hemisferio Sur), un periodo marcado por extremos climáticos a distintos niveles simbólicos. Sin duda estas lunaciones además son muy significativas, ya que afectan ambas directamente al eje Cáncer-Capricornio, en cuya segunda mitad de arco se está moviendo tanta energía en estos tiempos de metamorfosis.

El primer eclipse será uno solar total, durante la Luna nueva del 2/7 a 10° de Cáncer, y el segundo, que será lunar parcial, tendrá lugar durante la Luna llena del 16/7 en el grado 24° del eje Cáncer-Capricornio.

Todo este periodo entre eclipses estará influido (además de por los grandilocuentes—en algunos casos prometedores de sentido, en otros fuente de desengaños—vuelos idealistas de la cuadratura Jupiter-Neptuno que nos ha acompañado todo este año) por una cuadratura entre Marte-Mercurio en Leo y Urano en Tauro, que hará este clima arquetípico aún más delicado al añadir mucha imprevisibilidad al ambiente. Parece un clima hecho a propósito para encender el ambiente geopolítico mundial. Esperemos que la cautela y la prudencia se impongan a la locura.

No cabe duda de que ya se ha hecho sentir la conjunción Saturno-Plutón (sin olvidarnos de la entrada definitiva de Urano en Tauro) en ciertos momentos en lo que llevamos de año, algunos muy notorios a nivel social. Por ejemplo a mediados de Abril, justo antes de que ambos planetas comenzaran su retrogradación actual, en estrecha conjunción con el NS, sucedieron varios eventos significativos a nivel simbólico que seguro recordáis—Notre Dame, el agujero negro, la gran manifestación de Extinction rebelion…

A nivel personal, probablemente la mayoría ya tenemos un cierto sabor de lo que estos tiempos tan “interesantes” nos demandan: temas de Saturno-Plutón por descontado, las combinaciones palabras-clave son muchas y sin duda algo hay que dejar ir, alguna estructura, sistema, hábito, miedo… arraigado tiene que colapsar, morir, transformarse… Se nos pide seguramente un esfuerzo sostenido, compromiso con un camino, ir a lo profundo, paciencia, confianza, responsabilidad, perseverancia desapegada de unos resultados por lo demás aún inciertos…Sin duda hay y habrá movimiento en el área en nuestras cartas donde caen los últimos 10 grados de Capricornio o si tenemos ángulos o planetas en signos cardinales del grado 20° en adelante. Esta segunda mitad del 2019 y todo el 2020 va a ser por descontado una gran oportunidad para trabajar nuestro Saturno natal.

En la toma de conciencia del paisaje energético que estamos comenzando a atravesar en estos momentos, para concretar detalles y temas nos va a ser de mucha ayuda mirar con atención las revoluciones solares de este año y del que viene. En combinación con los tránsitos y las progresiones podemos afinar bastante y sacarle todo el jugo a este tiempo de renovación previo a las nuevas estructuras que se fundarán bajo la firma arquetípica de Jupiter-Saturno en Acuario a finales del 2020.

En este periodo entre eclipses (que sintetizando, es como un espacio-portal entre dos lunaciones muy intensas) probablemente se muevan cosas, de hecho es probable que ya antes estos días, a medida que nos acercamos al primer eclipse, hayamos notado síntomas internos o sucesos externos referentes a estos temas antes mencionados. Hay muchas despedidas a distintos niveles.

Mi sensación que estas semanas de eclipse van a ser como una ventana de muestra, como un trailer—probablemente con spoilers—para lo que viene durante el resto del 2019 y sobre todo para el 2020. Desde luego nuestras circunstancias están tejidas con el ambiente social y mundial, y lo que suceda a esos niveles (vista la inestabilidad que se respira es probable que vayan a suceder cosas intensas) también indefectiblemente nos va a mover el piso. Con la cuadratura Marte-Mercurio con Urano que antes comentábamos es muy recomendable que midamos muy bien nuestras acciones y nuestras palabras, y que le subamos el volumen a la paciencia y a la humildad. Por otro lado puede ser un tiempo de acción y expresión inspirada que nos ayude a avanzar bastante en el camino que ya tenemos trazado.

Hemos venido para esto. Como en cualquier otro punto de nuestras vidas, claro, pero ahora más, todo el camino recorrido ha sido una preparación para este ahora. Tenemos todo lo que necesitamos interiormente para atravesar este paso iniciático y acceder a la realidad más diáfana que viene a posteriori. Nadie dijo que iba a ser fácil, subir o circunvalar a una montaña nunca lo es, tampoco atravesar un paso estrecho y oscuro, pero sin duda todo esfuerzo en la buena dirección tiene su recompensa equivalente. Es tiempo de elegir: lo que sentir, lo que pensar, lo que vibrar, lo que callar, lo que decir, lo que incorporar… y sobre todo lo que soltar. Liger@s vamos mejor. Y no queda otra si aspiramos al vuelo. Mucha confianza.

¡Propicia temporada de eclipses!

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